¿Qué es mejor, un receptor AV o un amplificador?

A la hora de configurar un equipo de sonido para nuestra casa, todos nos hemos formulado una pregunta así… ¿Es mejor comprar un receptor AV o un amplificador? El mundo del audio es bastante complejo, ya que intervienen innumerables factores y características. Y las principales marcas del sector tampoco nos lo ponen nada fácil, ya que suelen emplear todo tipo de tecnicismos a la hora de enumerar las especificaciones de cada producto. Por lo tanto, es fácil que nosotros, como usuarios, podamos tener dudas como la del título de este artículo.

Si tú también te estás planteando si es más recomendable un receptor AV o un amplificador, has llegado al lugar idóneo. Y es que, en los próximos párrafos, trataremos de ayudarte a entender las diferencias entre estos dos tipos de aparatos, empleando un lenguaje sencillo y lo menos técnico posible, para que puedas escoger con total garantía de acierto. ¿Nos acompañas?

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Diferencias entre un receptor AV y un amplificador

Lo primero de todo será entender en qué se diferencian un receptor AV y un amplificador de sonido, ya que eso será clave a la hora de poder decidir qué aparato nos resultará más conveniente en nuestra situación.

Si nos quedamos únicamente en el plano estético, no avanzaremos nada, ya que ambos aparatos pueden llegar a ser muy similares en cuanto a diseño, forma y tamaño. Por consiguiente, habrá que profundizar en sus funciones para poder sacar algo en claro…

Veamos, pues, cuáles son las principales diferencias entre receptores AV y amplificadores de audio:

  • El receptor AV, también conocido como «AVR» (Audio Video Receptor) es un amplificador para, al menos, 5 canales de sonido, mientras que los amplificadores (la mayor parte de ellos) solo operan con 2 únicos canales de sonido. Dicho con otras palabras, los receptores AV pueden ofrecer tanto sonido estéreo como sonido envolvente o surround, mientras que los amplificadores solo pueden ofrecer sonido estéreo.
  • Los receptores AV decodifican (es decir, traducen) las señales de audio multicanal (como pueden ser Dolby, DTS, etc.) de los DVD, Blu-ray y demás contenidos multimedia, para que el usuario los pueda escuchar a través de un sistema de altavoces multicanal. Lo que viene siendo un sistema «home cinema» (5.1)». Por tanto, los receptores AV son perfectos para escuchar música y para disfrutar de una experiencia de cine en casa. Por su parte, al solo contar con dos canales, los amplificadores son más recomendables para música, ya que, si se trata de cine, conseguiremos sonido de buena calidad, pero solo en estéreo.
  • Uno de los principales alicientes de un receptor AV es que cuenta con multitud de entradas y salidas de señales de audio y de vídeo. De esta forma, el usuario puede conectar varias fuentes (reproductores de DVD, reproductores de Blu-ray, decodificador de TV, videoconsolas, etc.) de manera simultánea, y pasar la señal al televisor o al proyector.
  • Otra diferencia notable es que el receptor AV también dispone de radio FM/AM, e incluso en los modelos actuales también puede utilizarse para disfrutar de contenidos de audio online, como radio de Internet, Spotify, Deezer, TuneIn y similares.

En resumidas cuentas, los receptores AV aglutinan, en un mismo aparato, las ventajas de un amplificador de sonido, de un home cinema y de un receptor de radio, a un precio mucho más asequible que lo que resultaría de comprar todos esos aparatos de forma independiente.

¿Un receptor AV es mejor que un amplificador? Probablemente, sí. O, al menos, es un aparato mucho más versátil, ya que nos ofrece muchas más posibilidades. Eso no quiere decir que comprar un amplificador de sonido sea un error… Pero solo lo recomendaríamos a aquellos usuarios más puristas, que solo lo quieran para escuchar música en formato estéreo.

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