Es muy probable que, si alguna vez has tenido un receptor AV, te hayas percatado de las enormes rejillas de ventilación que tienen estos aparatos por casi todos sus lados. Incluso, si has leído el manual de instrucciones, habrás podido comprobar que insisten mucho en que se debe colocar el receptor AV de tal forma que tenga espacio suficiente a su alrededor. Del mismo modo que advierten de lo peligroso que puede ser colocar algo encima del receptor, como por ejemplo, otro aparato electrónico (reproductor de DVd, descodificador, etc.). ¿Por qué se le concede tanta importancia a la correcta ventilación de los receptores AV?
Es un aspecto que muchos usuarios pasan por alto, pero que tiene una gran trascendencia para asegurarnos un correcto funcionamiento del dispositivo. En este artículo, nos centraremos en explicar por qué la ventilación del receptor AV es tan importante. Si te interesa este tema, no dudes en acompañarnos.
¿Por qué es importante la ventilación en un receptor AV: Índice
¿Por qué hay que vigilar la temperatura del receptor AV?
Todos los aparatos eléctricos y electrónicos que tenemos en casa, cuando están funcionando, generan calor. Esto es algo completamente normal, y se debe a que la energía que utilizan calienta algunos de los componentes internos.
De entre los aparatos que encontramos en el ámbito doméstico que más calor generan, podemos destacar los ordenadores y videoconsolas (cuyos procesadores y tarjetas gráficas se calientan una barbaridad para poder hacer todos los cálculos que luego vemos traducidos como imágenes en la pantalla), y los equipos de sonido, como los amplificadores y los receptores AV.
Mantener esa temperatura bajo control puede resultar un factor clave a la hora de asegurarnos:
- Un funcionamiento correcto del aparato en cuestión.
- El aumento de la durabilidad del equipo.
- Una notable mejora de la fiabilidad durante su funcionamiento.
Si dejamos que el aparato o dispositivo opere a temperaturas diferentes a las que recomienda la marca y para las que ha sido fabricado, podríamos estar dañando nuestro equipo sin saberlo e incluso obteniendo un rendimiento menor del que podría darnos con la temperatura correcta.
¿Cómo controlar la temperatura del receptor AV?
Para obtener todos los beneficios asociados al uso de los aparatos a la temperatura adecuada, podemos seguir unos sencillos pasos.
Por ejemplo, vigilar que el dispositivo en cuestión no exceda su rendimiento lógico. En el caso de un ordenador que usamos para videojuegos, esto sería no poner la configuración de gráficos al máximo, si el PC no está preparado para ello, ya que se recalentarán en exceso algunos de sus componentes clave. En el caso de los receptores AV, podría ser no utilizarlo a un volumen desproporcionadamente alto durante mucho rato, ya que, cuanta más potencia de salida le exijamos al receptor, más se calentará.
El otro método básico para mantener la temperatura a raya en nuestros equipos no está relacionado con el funcionamiento sino con la colocación del equipo en sí. Todos los aparatos cuentan con rejillas de ventilación pensadas para que el calor se disipe y no se acumule en el interior. Los aparatos más propensos a calentarse, cuentan con rejillas más numerosas y más grandes. Sin embargo, estas no servirán de nada, si nosotros colocamos el aparato en cuestión en un lugar en el que no pueda «respirar». Es por eso que los fabricantes, en los manuales de instrucciones, recomiendan colocar estos equipos en una ubicación bien ventilada, con espacio suficiente alrededor, para que el aire circule con normalidad, y se evite así un calentamiento excesivo.
¿A qué temperatura debe funcionar el receptor AV?
Esta es una pregunta que, visto lo visto, nos estamos haciendo todos en este momento., ¿verdad? Ante el temor a no obtener todo el rendimiento de nuestro equipo, e incluso ante el riesgo de estar dañándolo y acortando su vida útil, ahora empezamos a preocuparnos por encontrar la temperatura ideal para un receptor AV.
Pues bien, lo cierto es que no hay una temperatura idónea que sirva para todos los equipos, ya que cada modelo tiene características diferentes. Por tanto, tendremos que leer detenidamente el manual de instrucciones de nuestro receptor AV (puedes buscar en la web del fabricante una versión online si ya no cuentas con el manual original), para descubrir cual es el rango de temperatura de trabajo ideal para nuestro modelo en particular.
En dicho manual, suele especificarse una temperatura mínima y una temperatura máxima recomendada. En muchos receptores AV, se muestra la temperatura actual del aparato en su pantallita digital, lo que nos será de gran ayuda. Pero si nuestro modelo no cuenta con esa característica, siempre podemos recurrir a colocar un pequeño termómetro en el aparato (como los termómetros de cocina, por ejemplo) o un truco que nunca falla: poner la mano sobre el aparato, y si no podemos dejarla ahí con normalidad porque nos quemamos, es que el receptor AV está a una temperatura por encima de la recomendada.
