¿Merece la pena comprar un receptor AV?

¿Llevas un tiempo dándole vueltas a la cabeza a la idea de adquirir un receptor AV para añadirlo a tu equipo doméstico de audio y vídeo, pero no acabas de decidirte? ¿Es aconsejable comprar un receptor AV o es una gasto tonto de dinero? ¿Merece la pena? ¿Voy a notar la diferencia?

Seguro que alguna de estas preguntas se te ha pasado recientemente por la cabeza. Por desgracia, cuesta mucho poder tomar una decisión sin haber probado antes un receptor AV para comprobar si realmente marca una diferencia o no con respecto a no tenerlo. En este artículo, intentaremos echarte una mano, mostrándote todo aquello por lo que merece la pena adquirir uno de estos aparatos, pero también aquellas cuestiones que podrían echarte para atrás. ¿Es recomendable comprar un receptor AV? ¡Ahora lo averiguaremos!

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Ventajas de comprar un receptor AV

Para tomar la mejor decisión posible, lo mejor será conocer los pros y contras de comprar un receptor AV. Así, podremos comprar (o no) a sabiendas de que no nos equivocamos. Empezaremos con las ventajas:

  • Mejor calidad de sonido: disfrutar de una experiencia de cine en casa, con sonido envolvente está al alcance de cualquier poseedor de un receptor AV. Además, su elevada potencia de salida y la compatibilidad con los formatos de audio más punteros del sector, permitirán disfrutar de una calidad de sonido excepcional.
  • Máxima resolución de vídeo posible: las imágenes de vídeo también gozarán de una calidad envidiable, ya que estos aparatos trabajan a grandes resoluciones, como la 4K (algunos modelos, incluso a 8K), siendo capaces de reescalar la imagen de aquellas fuentes de peor calidad, hasta la máxima resolución posible que sea compatible con tu televisor, mejorando la imagen sustancialmente.
  • Concentrar varias fuentes simultáneamente: gracias a la gran cantidad de puertos y conexiones, podemos conectar todo tipo de fuentes de audio y vídeo al receptor AV para aprovechar sus capacidades. Reproductores de DVD y Blu-ray, descodificadores de televisión, videoconsolas, o incluso el móvil pueden conectarse al receptor AV para disfrutar de sonido envolvente e imágenes de gran calidad.
  • Mayor comodidad: al poder tener todas esas fuentes conectadas a la vez en el receptor, solo necesitaremos un único cable HDMI que vaya desde el receptor hasta la TV. De otro modo, cada vez que quisiésemos utilizar un aparato diferente, tendríamos que quitar y poner cables en el televisor, ya que los televisores solo acostumbran a contar con 1 ó 2 puertos HDMI.

Desventajas de comprar un receptor AV

Por supuesto, como cualquier otro tipo de producto, también encontramos inconvenientes de los receptores AV. Y nunca está de más conocerlos para saber si nos merece la pena o no invertir nuestro dinero en uno de estos aparatos:

  • Precio elevado: este es, sin lugar a dudas, el mayor inconveniente de estos aparatos. Y es que suelen ser bastante caros, especialmente, los modelos de la gama alta.
  • Instalación compleja: si no estamos habituados a este tipo de procesos, la instalación y configuración de un receptor AV puede resultarnos difícil, ya que hay que conectar muchos cables y hay que ajustar diversos parámetros de sonido.
  • Tamaño abultado: se trata de aparatos relativamente grandes (como los antiguos vídeos Beta o VHS), que además necesitan disponer de espacio libre a su alrededor para poder disipar el calor que producen, por lo que se necesita un hueco importante para poder colocarlos en el salón de casa.

Ahora, ya dispones de todas las herramientas para valorar debidamente si es buena idea comprar un receptor AV o no. Nosotros creemos que, a poco que seas un entusiasta de la calidad de audio y vídeo y que cuentes con varios dispositivos diferentes que conectar a la tele, ya le sacarás mucho partido a un receptor AV. Solo necesitas contar con el presupuesto necesario para comprar uno. Si, por el contrario, no sueles darle mucha importancia a la calidad, y te conformas con un sonido y una imagen «decentes»; o si solo ves la tele tradicional, sin otros aparatos para reproducir otros tipos de contenidos audiovisuales, quizás no te merezca la pena el gasto. ¡Tú decides!

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