Si nunca hemos tenido uno, es muy posible que no sepamos muy bien qué son o cómo funcionan los receptores AV… No es hasta que los probamos, cuando nos damos cuenta del enorme potencial que tienen estos aparatos para permitirnos disfrutar de los mejores contenidos audiovisuales con la máxima calidad posible.
Si tú nos has tenido la suerte de contar con uno en tu casa, y no estás muy seguro acerca del funcionamiento de los receptores AV, este artículo te va a resultar de lo más interesante. Y es que, a lo largo de los próximos párrafos, abordaremos estos aparatos desde un punto de vista más técnico, para aprender más sobre su uso y su funcionamiento.
¿Qué hace un receptor AV, exactamente?
Los receptores AV son unos dispositivos (algo voluminosos, todo sea dicho) que se encargan de recibir las diferentes señales de audio y de vídeo que proceden de las distintas fuentes que tengamos en el salón de casa, como pueden ser el descodificador de televisión digital, el reproductor de DVD, el reproductor de Blu-ray, una minicadena, o la videoconsola de turno, entre otros aparatos.
Algunas de sus principales tareas son:
- Llevar a cabo la decodificación de las señales digitales (como Dolby Digital, DTS, y otras similares).
- Adaptar dichas señales al nivel de señal oportuno para ser procesadas.
- Procesarlas para modificar su amplitud, fase y respuesta en frecuencia (lo que conocemos coloquialmente como «ecualización»).
- Adaptarlas a las características de nuestros altavoces y sala.
- Amplificar esas señales hasta los niveles de potencia necesarios para que podamos escucharlas a través de nuestros altavoces.
Dicho con otras palabras, los receptores AV integran en un único aparato la etapa de preamplificación, el decodificador digital y procesador de audio multicanal, el procesador digital de señales (tanto de audio como de vídeo) y las etapas de potencia (una por cada altavoz). Gracias a ello, se consigue reducir enormemente los costes y se simplifica en gran medida la gestión de todos estos dispositivos, reduciendo los cables y otras incomodidades.
¿Cómo uso un receptor AV?
Ya conocemos la teoría… Pero, y en la práctica ¿cómo se usa un receptor AV? Te lo explicaremos proponiéndote un ejemplo práctico:
Imagina que en el salón de tu casa es donde disfrutas de tus aficiones a la música, al cine y a los videojuegos, para lo que tienes, además del consabido televisor, una minicadena, un reproductor de Blu-ray y un par de videoconsolas. Mola, ¿verdad?
Pero hay algo que falla… La minicadena carece de la potencia suficiente para escuchar tus canciones favoritas como se merecen. El reproductor de Blu-ray te permite ver pelis con gran calidad, pero el sonido del televisor dista mucho de ser como el de las salas de cine. Por otro lado, cuando juegas a la consola online con tus amigos, siempre te ganan porque eres incapaz de distinguir la dirección de donde te vienen los enemigos. Por no mencionar que no puedes tenerlo todo conectado al televisor al mismo tiempo y que cada vez que vas a utilizar uno de estos dispositivos, tienes que andar quitando y poniendo cables…
Pues bien, un receptor AV vendría a ser una solución revolucionaria para todos los problemas que te acabamos de describir en el punto anterior. Veamos:
- Conectando la minicadena al receptor AV, disfrutarás de un sonido amplificado y de la gran potencia de salida que ofrece el receptor, para disfrutar de la música como nunca antes.
- Al conectar el reproductor de Blu-ray al receptor, disfrutarás de imágenes a la máxima resolución que pueda tu televisor, pero con la diferencia de que ahora el sonido lo escucharás, no por los altavoces de la tele, sino a través de los altavoces conectados la receptor y en auténtico sonido surround.
- Con la videoconsola, te volverás el rey del juego, pues, gracias al sonido envolvente que permiten un receptor AV, podrás distinguir perfectamente el sonido de las pisadas de tus enemigos, para adelantarte a sus movimientos y vencerles antes de que te ataquen.
- Y lo mejor de todo es que podrás tener conectados todos estos dispositivos (y alguno que otro más) al mismo tiempo, ahorrando cables y espacio, gracias a las numerosas conexiones que ofrecen los receptores AV.
Como ves, contar con un receptor AV puede resultar ventajoso a muchos niveles. Y es que, los que tenemos uno, sabemos que el receptor AV es el auténtico centro neurálgico del ocio multimedia de nuestro hogar, y la llave que nos permitirá disfrutar de todo lo que nos gusta, en las mejores condiciones y con la mejor calidad posible.
